lunes, 18 de agosto de 2014

Segundo Certamen Literario Bilbao Aste Nagusia 2014


La Asociación literaria Plaza Nueva Idazleak en colaboración con el Hotel Abando y el portal literario y de servicios editoriales mundopalabras.es, convocó el Segundo Certamen Internacional de Relato Aste Nagusia. Los requisitos: una extensión de un mínimo de 2 páginas y un máximo de 6 y que la acción transcurriese, ineludiblemente, en Bilbao durante las fiestas de la Aste Nagusia (Semana Grande de Bilbao).

Siempre había querido ir y el hecho de que la entrega de premios se realizara en plena semana grande me convenció definitivamente. Marijaia es la protagonista indiscutible de la Aste Nagusia y también lo fue de mi relato. Esta foto, sacada de Internet, me acompañó durante días para servirme de inspiración mientras me documentaba para escribir el relato. Me metí tanto en la historia que me parecía vivirla como si fuese uno de los protagonistas.



El jurado se reunió el 7 de mayo con miembros de la organización en el rincón literario del Hotel Abando para determinar el nombre del relato ganador. El 12 de mayo, con la siguiente Nota de Prensa, revelaron el fallo.
"Fallado el II Certamen Internacional de Relato Bilbao Aste Nagusia 2014
El jurado del II Certamen Internacional de Relato Bilbao Aste Nagusia 2014, compuesto por Salvador Robles Mirás, Iñaki Ateca Sánchez, Olatz Candina Villar, Emiliano Sordo Fariñas y David Tijero Osorio, ha emitido su fallo tras intensas deliberaciones en el Hotel Abando de la capital vizcaína. El resultado de las mismas ha sido el siguiente:
Primer premio
A lo grande (Gema Bocardo – Madrid)
Accésit mejor relato costumbrista
Un horizonte de vuelta (Begoña Elorrieta Puente – Bilbao)
Accésit mejor relato fantástico
Castillo de naipes (Leandro Kreitz – Bahía blanca, Argentina)
Accésit mejor relato de género negro
Justicia festiva (Pedro Pablo de Andrés – Bilbao)
Accésit mejor relato de humor
Estimado Don Diego (Ana Arenaza Santos – Bilbao)"




De izquierda a derecha. 
En primer término: Joseba Iraola, Iñaki Uriarte y Emiliano Sordo. 
Tras ellos: Olatz Candina, Iñaki Ateca, Salvador Robles e Iñigo de la Fuente.


Con los relatos seleccionados se editó el libro Relatos de Bilbao en Fiestas, que se presentó oficialmente el día de julio. Por desgracia no pude asistir,  me hubiera encantado estar entre todos los que sí pudieron.



La entrega de premios tuvo lugar el 18 de agosto  a las 12:00 en el hall del Hotel Abando.El acto contó con la presencia de los miembros de la asociación literaria Plaza Nueva Idazleak, organizadora del certamen, el Hotel Abando y mundopalabras.es.Quiero dar las gracias a todos los que con su amabilidad hicieron que más que una entrega de premios fuese una reunión con nuevos amigos; especialmente a Iñaki Ateca,  Iñigo de la Fuente y Joseba Iraola.



En las fotos del evento aparecen, entre otros, Begoña Elorrieta, ganadora del accésit al mejor relato costumbrista; Pedro P. De Andres, ganador del accésit al mejor relato negro; Jose Manuel Aparicio; el Pregonero de la Aste Nagusia, Asier García; la Txupinera, Loreto Errasti. Dña. Ibone Bengoetxea (Teniente Alcalde y Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao); Alberto Ruiz de Azúa (director del área de fiestas del Ayuntamiento de Bilbao); Beatriz Marcos; Ibone Bengoetexea; Jone Unzueta; Alfonso Gil; Emiliano Sordo; Marino Montero; Iñigo de la Fuente; Iñaki Ateca Sánchez; Joseba Iraola Mendizabal y Javier Prendes Caravia, que realizó la mayoría de las fotos que comparto.












La encantadora hija de Mariví Bilbao





Tras la comida, me entrevistaron en Onda Vasca y en la Cadena Ser. Una de las preguntas que se repitieron fue cómo es que una madrileña escribió un relato sobre la fiesta grande de Bilbao. Como dije en la entrega de premios, nací en Madrid, pero la mitad de mi sangre es canaria, tengo amigos en el País Vasco y ahora resido en Murcia. Tengo el corazón donde están los que quiero; no es un tópico, es cierto. La Aste Nagusia es la fiesta de un pueblo orgulloso de serlo. Y yo me identifico con el pueblo. Por desgracia alzamos muros para protegernos de todos y aunque también haya muros en mí, me gusta tender puentes. Ellos tendieron uno con el certamen y yo lo recorrí. Así de sencillo.
Creo que la pregunta que  nadie se atrevía a hacer era «Y ganarlo». Puede que,como escribieron los miembros del jurado, A lo Grande «es un magnífico relato repleto de humor y cariño que estamos seguros nos permitirá conocer y amar, aún más si cabe, nuestra Semana Grande.». Amor y cariño. sí, esa es la clave. 
Y eso que me confesaron posteriormente que habían pensado que yo era hombre, de unos 50, de Bilbao de toda la vida y un poquitín machista... No fue mi intención pero me hizo mucha ilusión saberlo.


Mi foto favorita del evento, con el título del relato en primer término de alguien que empezó a leerlo

A LO GRANDE (Fragmento)

Era una gran mujer; y no sólo por sus once arrobas de peso, sino por cómo disfrutaba la vida: plenamente, sin concesiones, como una fuerza desatada de la naturaleza, un alud que arrasaba todo a su paso. Él era más pausado, más tranquilo, pero amaba esa manera de arrastrarlo al caos y la locura. No habían viajado mucho, su economía era modesta, pero las pocas veces que lo habían hecho las vacaciones se convertían en una ginkana maratoniana que lo dejaba exhausto, más delgado aún (si cabe) y lleno de vida. Por eso cuando le dieron una prima en el trabajo programó unas vacaciones para llevarla a la “Aste Nagusia”, la semana grande de Bilbao. Era su sueño, nunca le había dicho por qué, pero se moría de ganas de ir; así que calló durante meses y tres días antes la sorprendió con una habitación reservada en un hotel céntrico («En el mismo cogollo de las fiestas» –le habían dicho).
Salieron la madrugada del sábado, pero llegaron tarde tras un viaje infernal con un angustioso atasco en las cercanías de Bilbao; así que cuando se registraron en el hotel les dijeron que ya había empezado la recepción en el teatro Arriaga. Dejaron las maletas en la habitación, se asearon a matacaballo y se lanzaron de lleno a la vorágine. La plaza era un hervidero; apenas se veía el bonito edificio allá a lo lejos y encima, para más desgracia, se les plantó delante un hombre fornido con su novia también fornida sobre los hombros (Éste es de aquí, sin duda –pensó malicioso).
De repente, la muchedumbre irrumpió en vítores, alzó los brazos y comenzó a cantar con una sola voz. 
–Eso es que ha salido la Marijaia cariño 
–¿La qué? 
–La muñeca reina de las fiestas, le están cantando “Badator Marijaia”, su canción
Al poco, un petardo gigante retumbó en la plaza –Es el txupin inicio de las fiestas— y una nube de confeti llenó el cielo como un colorido sirimiri de papel. 
Después, simplemente, se dejaron arrastrar por la multitud que se dirigía como un animado hormiguero humano hacia la ría para inaugurar las casetas ( –Txosnas, cielo, aquí se llaman txosnas). ¡Y vaya si inauguraron!, si no tomaron doce pintxos con sus correspondientes zuritos, no tomaron nada. Achispados vieron el espectáculo de fuegos artificiales sobre la ría, achispados bailaron en la verbena abriéndose paso a golpe de bamboleante cadera y zapato de tacón y achispados hicieron el amor en el hotel... bueno, más bien fue ella la que lo montó con tal virulencia que la cama con dosel amenazó precipitarse balcón abajo (golpes en la pared de los vecinos y llamada a recepción incluida, con eso lo digo todo) (...)


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