lunes, 12 de octubre de 2015

Breve Crónica de la presentación del cuadernillo poético Cuerno de la Luna nº3


Como os comenté en esta entrada, el 11 de octubre se presentó en Ítaca el número 3 del cuadernillo poético Cuerno de la Luna en el que han publicado uno de los poemas que más significan para mí, Un sueño. Cuerno de la luna es un puente tendido; respeta a todos los poetas, nada es bueno o malo, todas las voces tienen cabida porque cualquier voz puede horrorizar a unos y enamorar a otros.



Su declaración de principios se encuentra en la contraportada; es un fragmento de El licenciado Vidriera de Miguel de Cervantes Saavedra.

«El caballero gustó de su locura, y dejóle salir por la ciudad, debajo del amparo y guarda de un hombre que tuviese cuenta que los muchachos no le hiciesen mal, de los cuales y de toda la Corte fue conocido en seis días, y a cada paso, en cada calle y en cualquiera esquina, respondía a todas las preguntas que le hacían, entre las cuales le preguntó un estudiante si era poeta, porque le parecía que tenía ingenio para todo. A lo cual respondió:

-Hasta ahora no he sido tan necio, ni tan venturoso.

-No entiendo eso de necio y venturoso -dijo el estudiante.

Y respondió Vidriera:

-No he sido tan necio, que diese en poeta malo, ni tan venturoso, que haya merecido serlo bueno.

Preguntóle otro estudiante que en qué estimación tenía a los poetas. Respondió que a la ciencia, en mucha; pero que a los poetas, en ninguna. Replicáronle que por qué decía aquello. Respondió que del infinito número de poetas que había, eran tan pocos los buenos, que casi no hacían número; y así, como si no hubiese poetas, no los estimaba; pero que admiraba y reverenciaba la ciencia de la poesía, porque encerraba en sí todas las demás ciencias: porque de todas se sirve, de todas se adorna, y pule y saca a luz sus maravillosas obras, con que llena el mundo de provecho, de deleite y de maravilla.

Estas y otras cosas decía de los malos poetas, que de los buenos siempre dijo bien, y los levantó sobre el Cuerno de la Luna».




Un cuadernillo poético desde el que se tienden puentes merecía ir a un lugar en el que me tendieron uno: Saranda. Y para allá que fue: Madrid, Londres, Corfú, Saranda y Milán. Viajero, el chaval.



Vídeo de la presentación con lectura de poemas y actuación musical.
No sólo leí mi poema, también el de Lunska Nicori y el de Zhivka Baltadzhieva.

En este enlace podéis leer la entrada que escribió Cara Black 
para la web cultural CoolRead




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